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Entrevista a Rafael Domínguez, gerente de FRESHUELVA

Rafael Domínguez es gerente de FRESHUELVA desde 2008, miembro de la comisión de gobierno de FEPEX (Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas) y del comité organizador de Fruit Attraction. Este experto también es representante de Freshuelva-Comité de Arándanos en la International Blueberry Organization ( IBO ) como miembro del país España. Además, ha participado en numerosas jornadas y mesas redondas a lo largo de su trayectoria profesional.

Actualmente, se demanda una información completa y veraz de los alimentos, por lo que conocer cómo, cuándo y dónde se producen es fundamental.

¿Qué información novedosa puede aportar el etiquetado inteligente al sector de la hortofruticultura?

Son muchas las aportaciones de información hacia el consumidor, pero yo distinguiría la trazabilidad del producto como una de las más relevantes por su importancia para detectar cualquier anomalía al momento y corregirla.

¿El etiquetado inteligente supone una ventaja para el horticultor o fruticultor local en la adopción de la estrategia ‘De la granja a la mesa’ en cuestión de transparencia y trazabilidad?

Efectivamente, estos son dos valores añadidos de vital importancia. Actualmente, se demanda sobre todo una información completa y veraz de los alimentos, por lo que conocer cómo, cuándo y dónde se producen es fundamental, máxime cuando Europa trata de equiparar producciones de países tanto de la Unión Europea como de fuera de la misma.

¿Cómo puede la digitalización contribuir a mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en el sector de la hortofruticultura?

En una era digital como en la que vivimos, todo funciona al ritmo de un clic y, por tanto, de forma instantánea se reducen los tiempos y se pueden realizar más tareas durante la jornada laboral. En cuanto a sostenibilidad, sólo con la reducción de papel ya hemos logrado mejorar la eficiencia, y además evitamos el consumo de combustible en desplazamientos físicos que se sustituyen por comunicaciones digitales.

¿Cree que el etiquetado inteligente puede suponer una ventaja competitiva en el comercio exterior hortofrutícola?

Sin duda, el consumidor valora todo lo que pueda ser un valor añadido a los productos, en este caso las frutas, y la información de tipo nutricional, por ejemplo, lo es. Cada día se valora más una dieta saludable y conocer en profundidad los valores nutricionales y propiedades de las frutas y verduras que componen la misma es ya una ventaja competitiva para quienes producimos estos alimentos.

¿Qué valor cree que aportan las 6S (segura, saludable, sostenible, satisfactoria, social y solidaria) del etiquetado inteligente en el sector agroalimentario? 

Aportan un gran valor, dado que para el consumidor es fundamental conocer todos los valores nutricionales de los productos que compra cada día. 

Ahora que están a la orden del día las alertas sanitarias, además de conocer el contenido nutricional de cara a su dieta y compatibilidad para evitar alergias, el consumidor demanda seguridad alimentaria.

La sostenibilidad medioambiental es otro parámetro cada vez más demandado en un mundo inmerso en el cambio climático. Y, naturalmente, todo lo relacionado con la responsabilidad social es fundamental para el posicionamiento de las empresas, distinguirse en este aspecto supone un plus de garantía para los consumidores.

Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades:

Contribuyendo a una mayor información para los consumidores sobre la composición e ingredientes de los alimentos y bebidas, alérgenos y otra información relevante sobre seguridad y salud alimentaria.

Trabajo decente y crecimiento económico:

Impulsando la economía y cultura local donde la empresa tenga operaciones, apoyando a pequeñas empresas locales y formando y contratando a personas en situación de vulnerabilidad, especialmente a través de la promoción y visibilidad de pequeños productores locales.
Meta 8.9. De aquí a 2030, elaborar y poner en práctica políticas encaminadas a promover un turismo sostenible que cree puestos de trabajo y promueva la cultura y los productos locales.

Producción y consumo responsable:

Contribuye para garantizar modalidades de producción y consumo responsable, ayudando al consumidor entre otras cosas a pensar bien lo que se compra y elegir una opción sostenible siempre que sea posible.
La estrategia identificada y centrada en dar respuesta al ODS 12 de Producción y Consumo Responsable conlleva un paso adicional dirigido hacia trabajar en las metas relacionadas a estos grandes y ambiciosos objetivos globales.
Meta 12.8. De aquí a 2030, asegurar que las personas de todo el mundo tengan la información y los conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza. Empoderando al consumidor responsable.
Indicador 12.8.1. Grado en el que (i) la educación para la ciudadanía global y (ii) la educación para el desarrollo sostenible (incluyendo educación sobre el cambio climático) son establecidos en (a) las políticas nacionales de educación (b) los planes de estudio (c) la formación del profesorado y (d) evaluación de los estudiantes

Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible:

Contribuyendo a una mayor concienciación del consumo sostenible y responsable, a través de una mayor e imparcial información al consumidor sobre los características, orígenes y procesos de elaboración de los productos alimenticios y bebidas. Paralelamente, mediante la ejecución, apoyo y difusión de campañas para fomentar una educación alimentaria y promoviendo el mayor conocimiento de las características y hábitos saludables.